Los calcetines y las ampollas
Cada maestrillo tiene su librillo, pero casi todos coinciden en dos fundamentos: limpieza y sequedad.
- Pies. Antes de empezar a andar, debe estar libre de polvo o suciedad. ¡Pero no te los laves con agua o te duches justo antes de andar! El agua, sobre todo si es caliente, reblandece el pie y es más fácil que aparezcan ampollas.
- Calcetines. Asegúrate de que el calcetín esté limpio y seco. La suciedad, los excesos de jabón que no se hayan aclarado y la humedad son un caldo de cultivo perfecto para infecciones.
Qué llevo de calzado
Dependiendo de con quién hables, te va a dar una respuesta u otra, así que ahí va mi opinión:- Botas. Pesan una barbaridad, es probable que tengas que hacer varios kilómetros de carretera, probablemente se te fría el pie. Realmente no vas a andar sobre un terreno que requiera el uso de una bota de montaña.
- Trekking. A pesar de mi aversión a las botas para esta aventura, este híbrido bota-zapatilla me vino bastante bien en ciertas etapas "montañosas" del Camino del Norte.
- Deportivas. Mi elección favorita: frescas, agarran lo suficiente en los caminos y evitan que tu pie se fusione con el asfalto en la carretera.
Si aparecen ampollas, cúralas cuanto antes
Una vez que aparecen las ampollas, los remedios son varios:
- Compeed. La solución más cara.
- Pincharlas con aguja e hilo. En Youtube tenéis algunos vídeos de cómo hacerlo (no son agradables).
- Remojar los pies en agua con sal y vinagre.
- Acudir a cualquier centro de la Cruz Roja, albergues, hospedajes...
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