El día a día en el Camino de Santiago

¿Vas a hacer el Camino de Santiago por primera vez? Es posible que este artículo te sirva para saber cómo va a ser tu día a día.



1. Levantarse temprano

Si estás haciendo el Camino de Santiago por su ruta francesa, probablemente te convenga levantarte a las 5 de la mañana. Los albergues se llenan rápido y la ruta está bien señalizada - no hay peligro de perderse. Si estás haciendo cualquier otra ruta, puedes quedarte en la cama un poco más. Además, te recomiendo que salgas cuando esté amaneciendo si haces rutas poco frecuentadas o que presenten algún tramo peligroso (carreteras, bosques densos, caminos con bifurcaciones)... La luz te ayudará a guiarte y a ser visible en zonas donde transiten vehículos.

Lo habitual es dormir con la ropa con la que vas a andar ese día para que al levantarte hagas el menor ruido posible (los ciclistas suelen salir más tarde) y te ayuda a estar en marcha en menos de 10 minutos. Un poco de desayuno, aseo, llenar las botellas de agua... ¡y listos para caminar!

Tip: ¡no olvides recoger el tendedero con la ropa que lavaste el día anterior!

2. La ruta

Es importante haber mirado la ruta el día anterior: saber qué pueblos hay en el camino, dónde puedes rellenar tus botellas de agua, si hay tramos peligrosos (carretera, zonas cerradas por obras, etc.) y, lo más importante.. ¡dónde almorzar!

Aunque hay peregrinos que deciden llegar lo más rápidamente posible al albergue, te recomiendo que te tomes tu tiempo en la etapa: habla con la gente, párate a contemplar los paisajes y, si es necesario, tómate un descanso. Si eres de un país donde no suele hacer calor, párate a echarte crema y, muy importante, hidrátate bien. También ten en cuenta las horas de más sol y que a partir de mediodía las temperaturas pueden ser muy altas - especialmente en las zonas donde no hay mucha vegetación, como las dos Castillas, Extremadura o Andalucía.

Los albergues públicos abren a las 13:00 h. Si llegas sobre esa hora, disfrutarás del camino y evitarás los momentos del día con más sol. Pero, repito... ¡no te obsesiones con llegar el primero al albergue!

Tip: recuerda sellar tu credencial a lo largo del Camino. Hostales, bares y tiendas pueden sellar tu credencial. ¡Recuerda que necesitas dos sellos durante los últimos 100 km para tener tu compostela!

3. La llegada al albergue

El "checkin"

Para acceder a los albergues públicos necesitarás tu DNI o pasaporte, tu credencial de peregrino y pagar los 5 € correspondientes (aunque en ciertos albergues son gratuitos y se mantienen con donaciones). El checkin se realiza en orden de llegada y con los siguientes criterios:
  • Peregrinos a pie con dificultades físicas
  • Peregrinos a pie
  • Peregrinos a caballo
  • Peregrinos en bicicleta
  • Peregrinos con coche de apoyo
No se admiten reservas en los albergues públicos. Por otro lado, en algunos albergues, especialmente en rutas poco transitadas, los albergues son mantenidos por voluntarios por lo que puedes acceder libremente y el checkin se realizará por la tarde. Se suele indicar a la hora a la que pasará el voluntario para recoger el dinero y sellar tu credencial.

Tip: entérate por adelantado de dónde y cómo se accede al albergue: si eres el primero, tal vez tengas que ir a recoger la llave a otro punto o llamar a un teléfono para que te lo abran.

Prepárate para  pasar la tarde

Aunque cada persona se organiza de una forma diferente, esta es la rutina más habitual - y, en mi opinión, la más eficiente - al llegar al albergue:

  1. Ocupar tu litera y preparar la cama. Para elegir bien tu litera, evita sitios con mucha luz, literas cerca del baño o la puerta y... de los peregrinos que más ronquen :)
  2. Ducharse. ¡No gastes todo el agua caliente! Piensa en los peregrinos que lleguen detrás.
  3. Lavar la ropa y tenderla. 

Limpito, aseado y con las tareas hechas... ¡ya estás listo para comer!

Tip: lavar la ropa el primero te asegurará los sitios más soleados en el tendedero.

4. Comer y pasar la tarde

Hay quien decide salir de cervezas y comer por ahí, quien compra en el supermercado (ojo: no todos los pueblos tienen tienda o bares en las rutas menos transitadas), quien descansa y otros se van a hacer turismo.

Cada uno organiza la comida y tarde como más le conviene y dependiendo de lo cansado que esté al llegar a la etapa. También es tiempo para visitar el médico o la enfermería y curarse los pies (es importante que los cures cuanto antes).

También es el momento de ir a comprar la cena, el desayuno y algo de comer para la etapa.

Tip: invierte algunos minutos en preparar la etapa del día siguiente.

5. La cena

Este suele ser el momento de reunión con otros peregrinos. Según avancen las etapas, lo habitual es comprar comida todos juntos y cocinar para todos.

Personalmente, es de mis momentos preferidos del Camino: se intercambian consejos, se comparte información para la siguiente etapa, se cuentan batallitas de la etapa... Cenar con vino te asegurará descansar bien y olvidarte de los ronquidos de los compañeros.

Recordad que algunos peregrinos - los que más madrugan y los europeos - se duermen pronto... ¡no arméis mucho jaleo!

Tip: los peregrinos suelen dejar la comida que no han gastado (sal, aceite, pasta...) en el albergue para los siguientes. Si os sobra algo de la cena, déjalo y no olvides etiquetarlo (cuando ha sido abierto, etc.)

6. Preparar la mochila para el día siguiente

Las luces suelen apagarse en el dormitorio a las 22 o 23 h... ¡prepara tu mochila antes!

  1. Recoge la ropa del tendedero. Aunque hay peregrinos que deciden dejarla fuera, la escarcha de la noche puede humedecerla. Si la dejas fuera: ¡no olvides recogerla al día siguiente!
  2. Mete la comida y la ropa que no vayas a usar por la mañana en la mochila. Repasa bien todas tus pertenencias.

Tip: deja tus botellas de agua en el congelador. Así tendrás agua fresca para el día siguiente en la etapa.

Este es, a grandes rasgos, el día a día del peregrino. Si tienes más preguntas, no dudes en escribir en comentarios.

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