Oporto: 5 sorpresas de la extraña ciudad

Oporto es una maravilla de ciudad para pasar un fin de semana: pequeña, tranquila, soleada y - quitando la sucesión de cuestas - muy agradable para el turista. Eso sí, lo cortés no quita lo valiente y la ciudad portuense nos pilló por sorpresa en muchos aspectos.



Los horarios

No estamos hablando del típico desfase horario de un español medio en un país europeo. No. Hablamos de dudas tan existenciales como:

  • ¿Por qué una heladería está abierta a la una de la mañana pero no a las seis de la tarde? No sabemos. 
  • ¿Por qué a partir de cierta hora sólo encontramos pastelerías abiertas (y la dichosa heladería)?
  • ¿Qué pasa con los -aleatorios- horarios de las tiendas? 

Nos consoló encontrarnos con grupos de turistas que, como nosotros, deambulaban en busca de algo que llevarse a la boca o miraban a través de los cristales cerrados el típico imán con el gallo para la abuela.

Lencería, novias y pastelerías

He de reconocer mi ignorancia en lo que respecta a las actividades económicas portuguesas. Sin embargo, después de días de observación, puedo afirmar sin temor a equivocarme que los negocios con mayor cantidad de locales en Oporto son:

  • Las tiendas de lencería (?)
  • Las tiendas de vestidos de novia (?)
  • Las pastelerías (que aunque sospechosas por su horario, es lo único que tiene sentido en esta lista)

¿Alguien puede aclararme esto o mis paseos erráticos no son una muestra representativa de la ciudad?

Galería de París

A sólo unos pasos de la (falsa) librería de Harry Potter (su nombre es Librería Irmao), se halla una pequeña calle llamada Galería París. Si pasas por la mañana, lo único que encontrarás abierto será un espectacular - a la par que extraño - local y una pastelería. A mediodía, el ambiente también es desolador. Sin embargo, cae la noche y... ¡bum! Es una de las pocas calles en las que puedes encontrar un alma viva (ver "¿Dónde está la gente?").

Además de la bulliciosa vida nocturna (con su correspondiente after de mis queridos vecinos), destaca el local del que hablaba más arriba: Galería París. Destaca por su peculiar decoración: toda clase de figuritas, un coche escarabajo tamaño natural colgado de la pared y si pasas por allí te invitamos a bajar a los baños (al fondo a la derecha, bajando unas escaleras).

También lo hace por su particular "adaptación al medio":

  • Por las mañanas. Pásate a probar su desayuno (café, zumo, fruta, bizcocho y sandwich por menos de 3 €)
  • A mediodía. Tienen un buffet libre (que no es tan libre, cuando se acaba la comida no sacan más) por menos de 4 €
  • Por la tarde. Cervezas y, si tienes suerte, música en directo
  • Por las noches. Desaparecen las mesas y de un pequeño rincón sobre las escaleras del baños emerge un DJ (con mesa de mezclas y todo)
Vamos, que vayas a la hora que vayas, pásate a disfrutar de uno de los locales más pintorescos que tiene la ciudad. Por cierto, si vas en fin de semana y escuchas música, subiendo las escaleras de la izquierda (fuera del local) y con un poco de labia puedes encontrarte con un after de dudosa legalidad.

Spider-600

¿Dónde está la gente?

La distribución de los tripeiros a partir de ciertas horas de la noche (y con noche entendemos cuando cae el sol), es incierta. La ciudad parece fantasma, las calles desangeladas cuando giras una esquina y... ¡sorpresa! Bares, fumadores en las puertas y un rumor de cháchara - que de ser españoles hubieras escuchado desde hace tres manzanas.

De acuerdo, como en toda ciudad la vida nocturna se reparte en puntos específicos de la ciudad pero...¿y el típico ir y venir entre "zonas de marcha"? A mí que me registren pues nuestra opción más viable apuntaba al teletransporte.

Francesinha

Basta una búsqueda en Google para saber que tú no te mueves de la ciudad sin meterte entre pecho y espalda una franceshinha. Ahora bien, aviso a navegantes: si no llevas un pack de 6 Danacol en el bolso, plantéate la tarea.

Por tú, como buen español, pensarás que un triste sándwich tiene que ir precedido de un entrante y un primer plato, no vaya a ser que te quedes con hambre y no esté tu abuela para hacerte un huevo frito. ¡Craso error!

El "sándwich" en cuestión llevará, con un poco de suerte, un filete de ternera, bacon, chorizo, salchichas, queso en el interior, queso en el exterior, dos rebanadas de pan bien gordas; todo ello regado de una salsa que si bien no sé de qué se compone os puedo decir que no es ligera de digerir. Ah, casi se me olvida: todo ello acompañado de un montón de patatas fritas (que aunque quieras dejar te acabarás comiendo).

Briconsejo: si eres de un comer normal, pídela sola o para compartir, o te verás en seria desventaja con las cuestas portuenses mientras intentas hacer la digestión.

¿Hay hambre?

A pesar de lo que pueda parecer por este post, la ciudad es preciosa y nos encantó: sol, vinos, ideal para recorrer a pie, la tranquilidad y el ambiente de la Ribera hacen de esta ciudad un must de fin de semana.

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