Imagina al Señor de las Maletas buscando la tuya con la descripción:
"Es una maleta negra y cuadrada"
Si hubiera...
En esos momentos, además de acordarte de los ancestros de media compañía, se te pasan por la cabeza un montón de pequeños actos que ahora facilitarían la vuelta de la maleta a tus brazos.
Viajado con menos equipaje
En ese caso en concreto, yo me había llevado solo una maleta de mano (dos semanas en Japón en verano). Otro de mis compañeros también, así que el único que tuvo que darle la vuelta a los calzoncillos fue el pobre insensato que había facturado la maleta.
Sacado una foto de la maleta
Generalmente nunca se te ocurre que un buen hombre va a tener que buscar en el universo paralelo de maletas extraviadas tu bolsa valiéndose solo de una descripción. Si esa descripción, además, viene de los datos que la azafata haya logrado entender de tu spanglish, la tarea se complica.
Hecho una buena identificación
El más difícil todavía es que tu maleta facturada sea una bolsa negra, de deporte, sin identificación. Típica bolsa americana de robar bancos - solo que en este caso iba llena de ropa y zapatillas. Una pegatina, una etiqueta con el nombre o un logo, facilitan mucho las cosas a la hora de que identifiquen tu maleta.
Contratado un seguro
El seguro no suele proporcionar gran cosa pero te saca del apuro. Es decir, nosotros podíamos prestarnos ropa pero conocimos a tres chicas catalanas que llevaban encima lo puesto y dando gracias. La mayoría de ellos te permiten una cantidad de gastos al día que tienes que abonar y luego te reembolsan aunque hay otros que cuentan con adelantos en concepto de "dinero de emergencia". Evidentemente, depende de lo que contrates.
Llevado equipaje de mano
A raíz de la experiencia de estas chicas, si alguna vez vuelo facturando, me aseguraré de llevar siempre un "por si acaso" en el equipaje de mano. No quiero empezar mis vacaciones en un país extranjero con un pantalón corto, camiseta de tirantes y la cartera como mis únicos compañeros de viaje.
En ese caso en concreto, yo me había llevado solo una maleta de mano (dos semanas en Japón en verano). Otro de mis compañeros también, así que el único que tuvo que darle la vuelta a los calzoncillos fue el pobre insensato que había facturado la maleta.
Sacado una foto de la maleta
Generalmente nunca se te ocurre que un buen hombre va a tener que buscar en el universo paralelo de maletas extraviadas tu bolsa valiéndose solo de una descripción. Si esa descripción, además, viene de los datos que la azafata haya logrado entender de tu spanglish, la tarea se complica.
Hecho una buena identificación
El más difícil todavía es que tu maleta facturada sea una bolsa negra, de deporte, sin identificación. Típica bolsa americana de robar bancos - solo que en este caso iba llena de ropa y zapatillas. Una pegatina, una etiqueta con el nombre o un logo, facilitan mucho las cosas a la hora de que identifiquen tu maleta.
Contratado un seguro
El seguro no suele proporcionar gran cosa pero te saca del apuro. Es decir, nosotros podíamos prestarnos ropa pero conocimos a tres chicas catalanas que llevaban encima lo puesto y dando gracias. La mayoría de ellos te permiten una cantidad de gastos al día que tienes que abonar y luego te reembolsan aunque hay otros que cuentan con adelantos en concepto de "dinero de emergencia". Evidentemente, depende de lo que contrates.
Llevado equipaje de mano
A raíz de la experiencia de estas chicas, si alguna vez vuelo facturando, me aseguraré de llevar siempre un "por si acaso" en el equipaje de mano. No quiero empezar mis vacaciones en un país extranjero con un pantalón corto, camiseta de tirantes y la cartera como mis únicos compañeros de viaje.
Nuestro incidente de la maleta no quedó más allá de una serie de anécdotas: informes a rellenar solo en japonés, la satisfacción de no tener que arrastrar la maleta por medio Tokio hasta que encontramos el alojamiento y el simpático hombrecillo que apareció a las doce de la noche -¡andando!- para entregar la maleta en nuestro hotel. Afortunadamente, en menos de 48 horas, la Turkish nos solucionó el entuerto.
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